Hola amigos.

Hoy os traemos la reproducción de «Sol ardiente de junio», de Frederic Leighton. Su título en inglés es «Flaming June».

Es posible que yo, por mi trabajo, haya admirado miles de cuadros en mi vida, de todos los géneros y estilos y de todas las formas y medidas.

Lógicamente no se puede tener un cuadro preferido, porque tengo muchos, pero «Sol ardiente de junio», es uno de esos cuadros que te atrapa de por vida.

Esto que os cuento es lo que me pasó a mí y lo que le pasó a Miriam, nuestra clienta, que quedó prendada, cuando vio el original, por cierto, saludos para Miriam y su marido.

La reproducción la hemos pintado al óleo sobre lienzo montado sobre bastidor de 2 cm de grosor, con unas medidas como las del original, 120 x 120 cm.

No tengo que contaros como he disfrutado pintando este cuadro, con los pliegues de las telas, cada uno con su tono y con su luz, las transparencias, o sea mucho trabajo, pero muy satisfactorio.

Hay un detalle que Miriam nos encargó encarecidamente, y fue que suprimiéramos de la composición el marco que hay en la parte superior del original, y así lo hicimos, lo convertimos en cielo.

El cuadro y su composición

La obra más importante y famosa de Frederic Leighton capta enseguida la atención del espectador por su composición y por su cromatismo, por sus tonos cálidos, pero sobre todo por los naranjas del vestido del personaje.

La mujer descansa plácidamente en un sofá cubierto de telas transparentes verdes y rojas oscuras, cuidadosamente colocadas, que juegan con las transparencias del vestido.

La protagonista deja entrever tímidamente sus pechos y sus piernas a través del vestido, lo que, para la época, me imagino que supondría una carga sensual más que evidente.

Sabemos que todos los objetos transmiten su luz a objetos que tienen al lado, en esta obra se aprecia con claridad, como el artista capta la luz del vestido en la cara, brazos y pie de la mujer.

Al fondo el artista coloca el mar con las luces intensas en el agua.

Otro aspecto que me parece importante es, la diagonal que lanza desde arriba derecha a abajo izquierda, o sea colocando las plantas con las flores, hasta la tela rojiza en primerísimo plano abajo a la izquierda.

Esto lo hace para romper la monotonía de un cuadrado sin movimiento, que es, simplemente, la mujer engurruñada en el sofá, muy inteligente.

Su ubicación y su historia

La obra original, como os hemos comentado al principio, tiene unas medidas de 120 x 120 cm y fue pintada en el año 1895.

Se encuentra en el «Museo de arte de Ponce», en Puerto Rico, donde llegó de la mano del fundador del museo, Luis Alberto Ferrer Aguayo, Empresario, mecenas y tercer gobernador de Puerto Rico.

En 1963, Ferrer encontró esta obra de arte, mientras viajaba por Europa comprando cuadros para el museo, en una galería en Ámsterdam, olvidada y sin exponer, quedando impresionado cuando la vio.

La galería le pidió 10.000 dólares, precio que en aquel momento le pareció caro, pero era tal la admiración por el cuadro, que lo adquirió.

La obra ha sido mencionada por cantantes en sus canciones, como Luis Miguel que nació en Puerto Rico, y ha sido portada de discos, «Sol ardiente de junio», ha estado y estará muy presente en la cultura a nivel mundial.

Hoy es la obra más emblemática de su museo.